martes, 10 de junio de 2008

LA DRAGA DE LA ESPERANZA

"...chuparan la abundancia de los mares, y los tesoros escondidos de la arena."
La Biblia-Deuteronomio 33:19
Muy pocas veces la alegría se expresa en un rostro, como cuando alguna persona encuentra algo que ya creía perdido.

Esta es la historia de este día, que paso a compartirte:

Teddy Bacon halla, 67 años más tarde, un reloj de oro que había extraviado en el mar mientras navegaba. Vio por última vez su reloj en 1941 cuando estaba en su barco en el puerto de Gibraltar. El objeto se había deslizado de su muñeca y se perdió en las aguas. A pesar de que dos buceadores intentaron recuperar el tesoro, no lo lograron. Entonces Bacon abandonó la idea de volverlo a ver.
El año pasado, para sorpresa de todos el reloj apareció cuando trabajadores dragaron el puerto y encontraron el objeto junto a otros escombros.
Uno de los jefes del puerto dejó escrita en 1941 una descripción del reloj con su situación aproximada, por lo que los trabajadores supieron a quién pertenecía y lo enviaron por correo a la dirección que Bacon había dejado apuntada hacía años en un trozo de papel, publica 20minutos.
Tras pasar por todas las casas en las que Bacon había vivido, el paquete finalmente llegó al felpudo de su casa en Tarvin, Cheshire (Inglaterra).


El amigo Bacon había abandonado la idea de volver a ver su tan querido reloj, dice la nota. Me imagino sus primeros días posteriores a la pérdida. Su desazón. Su enojo. Sus porqué.
Y también lo puedo observar contándole a vecinos o familiares en cada fiesta o celebración íntima, la historia de su perdido reloj de oro.

¿Cuantas veces nosotros, al igual que este hombre, desistimos, mientras el paso del tiempo asfixia la esperanza del hallazgo, de seguir buscando o intentar reflotar algo hundido.?
¿Cuantas cosas estarán escondidas en las arenas del desánimo y fueron parte de nuestras vidas.?
¿Que tesoros personales adornan las pofundidades del océano del abandono.?

Prácticamente, "la cultura de lo inmediato" en la que estamos inmersos, nos conduce a dejar a un costado los impulsos de búsqueda, cuando esta se prolonga mas allá de los "tiempos normales."

Conozco personas que han dado por terminada la tarea de hallar sus sueños y anhelos mas profundos, simplemente porque la edad cronológica supero a la edad de la pasión.
También he hablado con otras que me contaron como los mares del dolor tragaron sus pertenencias mas valiosas, que son las de los afectos. Y como se resignaron a vivir sin ellas.

Estoy seguro que vos también, me podrías contar una cantidad enorme de testimonios similares.

Pero la noticia, nos habla de una draga que 67 años después logra traer a la superficie lo que se creía perdido.
Espectacular!!!!!!!! Hasta me dan ganas de aplaudir, o de gritar:Vamos todavía!!!
Porque no puedo dejar de ver en esta historia, la realidad que nos rodea.
Muchas veces nos quedamos con el aspecto negativo de una noticia.
Mas esta vez quiero enfocarme en la draga, la silenciosa draga, que cuando ya nadie se acordaba, logro dar con el paradero del reloj.
Esta bien. Vos me podes decir, que fue de pura casualidad.
Casualidad o causalidad, será tema de otro debate.
La cuestión es que lo que estaba perdido fue encontrado.

La Biblia relata la historia de una mujer que teniendo diez monedas, pierde una de ellas. Entonces enciende la lampara, barre la casa, y busca diligentemente hasta que la encuentra. Y cuando la encuentra, reune a sus amigas y vecinas para que se alegren con ella, por haber encontrado la moneda extraviada.

Y esta es la receta que quiero compartirte para empezar la búsqueda de lo que ya consideras perdido.

1- Enciende la lampara: prende la luz de la esperanza. Aleja la oscuridad del desánimo.

2- Barre la casa: saca de tu propósito todo lo que no te sirve, lo que, en forma residual se fue acumulando alrededor de tu vida y hoy te impide la libertad de acción.

3-Busca diligentemente: no te sientes a esperar que un viento fortuito te acerque lo que se extravió. Empezá a buscar por donde pensás que pueda estar. Pero busca diligentemente. Casi con una mirada de perito policial.

Y cuando te reencuentres con lo que siempre te perteneció, reuní a tus seres queridos, alegrate con ellos, mira hacia el cielo, y dale gracias a Dios, porque la draga de lo imposible una vez mas pudo traer a la superficie, lo que el abismo oscuro creía de su posesión.

Nunca te rindas!!! Veas lo que veas, sientas lo que sientas, digan lo que digan.
Nunca te rindas!!!

Hasta la próxima.
El cielo gobierna

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Clau... gracias por tu publicacion.. estoy en un camino estoy casi por encender la lampara para buscar lo q se me perdio... tal vez se me callo desde el avion q me trajo hasta Italia.. no se.. pero estoy en camino!
Leia y te recordaba.. recordaba un mail q me escribiste cuando me fui al ibrp!! Siempre sos quien sostiene los brazos!! Gracias te quiero Hasta el cielo!!
saludos a la Flia!

CLAUDIO dijo...

Beli: te amamos, y estamos para ayudarte en todo lo que esté a nuestro alcance, para que seas la mujer que dios soñó con tu vida.
No te rindas!!!

Samuel Cisterna dijo...

Es buenisimo este articulo campeon.. te bendecimos y te damos gracias por no abortar todas esas cosas grandes que Dios te dio, sino que las compartis con la gente. Mi deseo para vos es que sigas y continues dando esperanzas a todo el mundo de la mano de Jesus..
Bendiciones.
Samuel Cisterna
reunion joven

CLAUDIO dijo...

Gracias Samu: de gracia viene, y de gracia va. Un abrazo.