jueves, 29 de noviembre de 2007

Programados para odiar

Numerosos padres separados inoculan a sus hijos el rechazo al otro - Un fenómeno grave que escapa a la frialdad de la actuación judicial.

Los hijos se convierten en un objeto de cristal cuando una pareja decide romper su relación. Cualquier desavenencia mal llevada puede dañarlos, pero en lugar de protegerlos, hay ocasiones en que uno de los progenitores los utiliza como arma arrojadiza contra el otro. Día a día, año tras año, les van programando para odiar al padre o a la madre. Los psicólogos conocen bien los resultados de este maltrato emocional que, en los casos más graves, puede acabar en suicidio. Un fenómeno que no siempre queda dibujado en la frialdad de una sentencia ni en los expedientes oficiales, pero ante el que existe cierta posibilidad de actuar.

Los hijos están afectados por lo que la psicología internacional denominó a mediados de los ochenta Síndrome de Alienación Parental (SAP). Antes de esa fecha se conocía como inculcación maliciosa o secuestro emocional. Llámese como se llame siempre ha habido divorcios traumáticos que conducen a ese proceso en el que "uno de los progenitores manipula la conciencia de los hijos para que rechacen al otro progenitor y se enfrenten a él". Así lo define el psicólogo clínico José Manuel Aguilar Cuenca, que lleva años documentando casos como estos. Los conoce bien: "Son niños que presentan una extraña madurez que en realidad es una forma de protegerse ante la situación. Viven dos mundos estancos, 'lo que hago con papá y lo que hago con mamá". Hasta que llega un día en que las relaciones con uno de los dos sencillamente desaparecen. Son niños programados para odiar al padre o a la madre.
Hace unos días atrás, la mayoría de los periódicos relataban el triple homicidio cometido por un adolescente.

Miguel B., el funcionario judicial asesinado por su hijo mayor, mantenía dos familias a la vez. Una es la que terminó acribillada con él hace una semana. La otra es la que integraban el adolescente y sus hermanos.
El adolescente de 17 años imputado del triple crimen de Colonia Yeruá fue a la quinta de su padre, con aparentes intenciones de matar a la esposa de éste, aunque al dispararle y ser insultado, lo asesinó junto a su bebé, según revelaron fuentes vinculadas a la pesquisa.
Los investigadores creen que la discriminación y los padecimientos económicos que vivía el adolescente por parte de su progenitor y su pareja fueron los motivos que lo llevaron a cometer el triple crimen.

Este terrible hecho desnuda uno de los problemas mas graves que la sociedad ha empezado a padecer. Una generación que viene con el peso sobre sus espaldas, de ver la desunión de sus padres, y las consecuencias lógicas que ello les acarrea.
En vista de lo que esta sucediendo, es necesario preguntarnos algunas cosas:
  • El divorcio se esta convirtiendo en un escapismo para no asumir responsabilidades y para no esforzarse en salir de las crisis?
  • Debemos adaptar los contenidos, en escuelas, clubes, y diferentes lugares donde asisten chicos con estos conflictos?
  • Hay un mercado cautivo que esta aprovechando las debilidades lógicas de los adolescentes y jóvenes que sufren esta realidad?
  • En los responsables de las áreas relacionadas con lo social, que proyectos se elaboran con respecto a esta problematica?
  • Si mas del 70 por ciento de los residentes en las cárceles del país, son hijos de padres separados; sera esto un llamado de atención, para empezar a abordar el tema de la violencia en las escuelas?

En fin, hay muchos interrogantes. Muchas deducciones. Nuestra sociedad esta cambiando continuamente.Vos, yo, nosotros, podemos edificar o destruir. Esa decisión se nos presenta cada día en nuestras actividades diarias. Podemos ayudar o podemos evitar. Podemos contener, o podemos excluir. Podemos ayudar o podemos condenar.

Para aquellos que, desgraciadamente, son protagonistas de esta realidad arriba mencionada, no importa desde que lugar, hay una invitación que tiene mas de 2000 años, y que aun en estos días sigue siendo muy efectiva, y quiero hacerla extensiva finalizando la entrada de hoy:

Vengan a Mí, todos los que estén agobiados y afligidos que Yo los aliviaré.
JESÚS

Hasta pronto. Un abrazo

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